Este ser mitológico (Jarjacha),conocido como el demonio de los andes, es un monstruo con forma de llama de dos o hasta tres cabezas.
Jarjacha: ¿Quién es este “Demonio de los Andes”?
Nadie sabe con precisión cuál es su aspecto real. Sin embargo, la tradición popular de los andes peruanos manifiesta que el Jarjacha (carcaq) es un demonio mitad hombre y mitad llama.
En ocasiones se presenta en forma de perro o de cualquier persona, pasando desapercibido con el fin de asesinar a sus víctimas.
Su nombre proviene del grito que, según los pobladores de la sierra, suena como “jar-jar-jar”. Sobre su origen, la leyenda señala que se trata de un ser condenado por Dios a vagar por el mundo como monstruo. ¿Su pecado? Haber cometido incesto, es decir, relaciones sexuales entre padres e hijos o familiares cercanos.
El poder que le atribuyen a estos seres es la capacidad de hipnotizar a la gente para atacarlos por el cerebro y matarlos. Por eso se recomienda no mirarlos fijamente a los ojos. Acostumbran aparecer en los parajes más solitarios de pueblos muy alejados entre las 4 y 5 de la mañana. Y los sabios recomiendan hacerle frente con cuerdas hechas de lana de llama, crucifijos y armas de metal.
Se dice que el avance y urbanización de los poblados hace que el Jarjacha no sea tan visto como antes, sin embargo, hasta el día hoy los pobladores de comunidades alejadas manifiestan terror cada vez que sienten un extraño caminar de madrugada por algún rincón solitario.
DATO. El mito del Jarjacha inspiró la película “El demonio de los Andes”, dirigida por el cineasta Palito Ortega. La cinta de terror estuvo inspirada en testimonios reales de personas que afirmaron ser testigos de la presencia de este demonio.
La Maldición del Jarjacha
Una de las creencias y supersticiones más populares de los indígenas de la región de la sierra del Perú es la del Jarjaria o Jarjacha, es decir, aquel hombre que convive con familiares en relaciones prohibidas (incesto), sigue una vida errática después de muerto.
Hace mucho tiempo unos compueblanos (dos o más personas que han nacido en un mismo pueblo) con los Varayoq (autoridades de las comunidades y líderes de los pagos) a la cabeza, en una brillante noche de luna, oyeron gritos y quejidos extraños semejantes a os de las llamas (JAR, JAR, JAR), entonces al salir de su campamento para percatarse de lo que ocurría, divisaron a una extraña criatura que parecía esconderse entre los arbustos y las sombras; ellos persiguieron a la extraña criatura con temor en sus corazones y con una “llama huasca” (lazo para llamas), con la intención de lazarla, pero por más empeño que pusieron les fue imposible atraparla, después, la criatura se escurrió por la puerta de una casa lejana y desapareció, ellos la siguieron, cuando llegaron a la casa todos ingresaron y encontraron a un hombre somnoliento que aún se estaba frotando los ojos con ambas manos y con una expresión cansada, sobre su lecho de paja, a su lado, yacía una mujer.
Los Varayoq hicieron las averiguaciones pertinentes y descubrieron que esa mujer con quien el hombre estaba y mantenía
relaciones carnales era en realidad su propia hermana. Entonces para escarmiento de todo el pueblo y erradicar ese tipo de prácticas anti naturales, los responsables fueron castigados en la plaza del pueblo aledaño para luego ser expulsados, no sin hacerles tomar conciencia de la amarga verdad.
Poco después los extraños ruidos que ocurrían por las noches cesaron y la paz volvió al pueblo.
Se cree que las víctimas de la maldición del Jarjacha son los que cometen incesto, y que por las noches estos pierden su alma, la cual sale a vagar fuera de su cuerpo por las frías punas, gritando y caminando por los lugares que visitara cuando este despierto.
Por eso cuando en el ande se escuchan gritos extraños se dice que se trata de la presencia de este ser y que la única forma de curar su mal es azotarlos con un manojo de ortiga para espantar su espíritu atormentado hacia su cuerpo y luego asegurarse de que él hombre responsable ya no cometa la misma falta, se evita matar a la criatura ya que al no recibir redención en sus actos esta se transforma en un ente mucho peor, se cree que se transforman en Hencas o Condenados.
¿Cómo matar a un Jarjacha?
Para matar a un Jarjacha, uno deberá convocar un conjunto de personas, las mismas que deberán estar provistas con fuertes cuerdas hechas de lana de llama, crucifijos, y cualquier objeto de metal que pueda también ser usadas como armas, como picos, barretas o hachas, de las que se dicen serían las más efectivas.
¿Existe el Jarjacha?
Si bien la imagen del Jarjacha puede sonar sumamente ridícula lo sorprendente del caso, es la cantidad de testimonios y comentarios de los pobladores de la Sierra que aseguran haber visto u oído a esta criatura. Por nada, el mito de este animal-demonio, es uno de los más conocidos y transmitidos por estas sociedades.
Dicen también los pobladores, que el monstruo busca por víctimas a personas que muestran cierta inclinación hacia la maldad. Afirman que perseguía a ladrones de ganado, mentirosos o asaltantes; aunque en versión de ancianos, el jarjacha tiene un especial interés por aquellos que se dejan llevar por la lujuria y el deseo sexual sin control, principalmente si el objeto de deseo era algún familiar cercano como la propia madre, el padre, los hermanos o los hijos. En pocas palabras, el jarjacha es un monstruo cuya debilidad es el incesto.
Cuando algún caminante nocturno se topa con este ser suele huir de el pero en su forma animal suele acortar rápidamente cualquier distancia, es cuando suelen encomendarse a Dios y rezando pueden alejar al demonio atormentador ayudándose de crucifijos u otro símbolo religioso.