La leyenda del Cerro Cabras cuenta… que una población valerosa fue guiada hacia un propósito, hacer de sus elevados arenales un hermoso paraje de ensueño, con potencial turístico y de desarrollo para el Distrito y la Región…
¿Dónde está ubicado el cerro Cabras?
- Cabe señalar que el cerro Cabras (de más de 300 metros de altura) es una elevación geográfica, ubicada en el distrito de La Esperanza (a más de 6 km de Trujillo distrito), cuya constitución geográfica permite que pueda reverdecer en ciertas temporadas del año (entre junio y setiembre).
- Si bien no existen estudios definitivos, se ha podido observar especies vegetales como el zapote y animales como gatos monteses.
La Leyenda del Cerro Cabras | Oficial
El Sr. Ordoñez, sentado en una de las sillas de la biblioteca Municipal “Julio Garrido Malaver”, aquella que está ubicado en el tercer piso del palacio Municipal, mientras tomaba un vaso de gaseosa manifestó lo siguiente:
conozco un poco acerca del por qué al Cerro las cabras, se le conoce con ese nombre, me lo contó un sr de apellido… mejor dejemos lo del apellido, porque ahora no recuerdo, fue una noche mientras hacíamos guardia en el velorio de un amigo común, contó que los primeros habitantes estaban ocupando tierras eriazas de El Porvenir. en otoño e invierno, cuando hay lloviznas, las arenas de los cerros devasten de verde y por lógica, también llegan animales a pastar.
entre los animales teníamos vizcachas, conejos silvestres, siervos, palomitas y cabras salvajes. Al principio fueron pocas, pero con el tiempo fueron aumentando, conforme iba aumentando el pasto en las arenas.
Los habitantes venían con buenos ojos la llegada de los animales. Rebaños completos se desplazan por la arena enverdecida. Las personas, en especial las mujeres, promunidas de canasta y costales ibam a recoger leña y algunos huevecitos de las aves que hacían sus nidos en medio de la vegetación. la gente ya no decían vamos al campo, sino más bien vamos a las cabras y sus rebaños se desplazaban con naturalidad en su mundo verde. Se hablaba de inmensos rebaños de 100 200, y 300 cabras C/u.
Cierto día, cuando el sol estaba en su caso, observaron atónitos en la cúspide del cerro, la figura de un descomunal cabro macho, de pelambre dorado que cuando le daban los rayos del sol, su pelambre destellaba resplandores que segaban los ojos humanos. Dos cuernos, símbolo de poder, valentía y agresividad se podían distinguir a contra luz.
Eso fue el primer día y luego en forma intermitente seguía apareciendo. Creció la codicia en todos aquellos buenos hombres que se convirtieron en cazadores. Armados de palos, sogas y rifles, se juntaron más de 10 personas, todas adultas. Se apoyaron de jumentos para llevar fiambre por lo menos para una semana. Agua no llevaban, pues existían puquios donde bebían los animales mayores.
Amaneció, los rayos solares despertaron a los dormidos. Todo parecía normal. Los hombres cazaron algunos animalitos para el sustento de la comitiva. Almorzaron tranquilos Esta tranquilidad no me gusta, decía uno. Se pusieron nerviosos. Nada sucedía. Eran las 5 de la tarde. Allá, allá, grito uno de la comitiva. Efectivamente, allá en cúspide del cerro está el cabro macho. Orgulloso. Retando a los intrusos. Los miraba, altivo.
Hizo el intento de cornear. NO obstante que estaba bastante distante, los hombres se asustaron.
estaban a un poco menos de un kilómetro. Iniciaron el ascenso. Cuatro hombres trazaban el camino. Aquella tarde avanzaron unos 500m. Agotados Algunos magullados. Uno de ellos dijo con cierto desánimo, ya no está bajemos. No esperemos un día mas, dijo otro. Se quedaron.
Ese día paso sin novedad, llego la noche. en el cielo brillaban las estrellas. Conversaron largo rato hasta quedar dormido bajo las estrellas, soñando con el gigante macho. Al día siguiente todo fue normal.
Era Viernes, él estaba en su plenitud, nuevamente divisaron al gigante cobra. Tomaron fuerzas. estaban a un poco menos de 100m, sigilosos avanzaron, estaban a un poco menos de 50m. Todos contenían la respiración Toda la belleza del animal se mostró a sus ojos. Siguieron avanzando, el macho cabro no se dio por enterado. Llegaron hasta una distancia de 10m de su presa, pero en un abrir y cerrar de ojos, el gran macho cabro desapareció. Si desapareció. Se hizo nada. Nada Nada de la nada. No ser posible. Desapareció.
Cuando la historia que se ha hecho leyenda, que el macho cabro de vez en cuando aparece, pero también desaparece en lo alto de la cima del cerro Las Cabras. Aparece orgulloso sin que nadie lo haya podido cazar. Algunos dicen que es de oro macizo y que debe haber un hechizo en lo alto de cerro.
Por lo pronto, nadie ha dado con su guarida. Cada vez que nos acercamos a él, desaparece.