El Torito de Pucará es mucho más que una figura de cerámica. Representa la protección y la buena fortuna en la cultura peruana. Con su colorido diseño y su elegante forma, este amuleto se convierte en un símbolo de bendición y alegrí. Colocarlo en el tejado de tu hogar es invocar la tradición ancestral y recibir la energía positiva que brinda.
¿Que son los toritos de Pucara?
El Torito de Pucará: símbolo de protección, felicidad y fertilidad. En el Sur de nuestro país, específicamente en Pucará-Puno, podemos encontrar un personaje lleno de misticismo y arte a base de arcilla: el Torito de Pucará.
El torito de Pucará, el principal ícono de la artesanía en cerámica de Puno, Distrito de Pucará “Tierra del torito”
Toritos de Pucará: Los Guardianes de los Hogares Andinos
Este peculiar toro tiene muchos detalles con un significado propio. Por ejemplo, el agujero de la espalda representa la fecundación. El asa representa la unión del hombre y la mujer en el matrimonio. Los ojos del toro simbolizan el actuar alerta del ser humano al mundo que lo rodea y la auto observación.
Además, los diferentes detalles hechos con pincel resaltan las formas de espirales que representan los giros de la vida, creencia que se basa en la conciencia de saber que todo lo que se da, regresa.
De todos los significados que alberga el torito, existe uno de gran importancia, el de la dualidad andina. Cuando se colocan dos toritos juntos se está representando la complementariedad y conjunción de energías, para poder llegar al equilibrio y el fin común.
Por eso, casi siempre encontrarás los toritos en pareja, sobre los techos de las viviendas como símbolo de prosperidad y protección, o como guardián decorativo dentro de las casas de muchos peruanos.
La pieza de cerámica que se convirtió en un símbolo de la identidad andina del sur peruano.
Mitología andina del Torito de Pucará
Cuenta la leyenda que, en Pucará, hubo una prolongada sequía, no había agua y los pozos se estaban secando rápidamente. Cierto día, a un campesino indígena se le ocurrió hacer una ofrenda como sacrificio al dios Pachakamaq, decidió subir al peñón de Pucará llevando consigo un toro y hacer sus peticiones de lluvia. El toro al oponer resistencia logró hincar con su cuerno una roca de la cual brotó agua, tanta agua que el pueblo pudo sobrevivir a la sequía.
¿Dónde se colocan los toritos de Pucará?
De todos los significados que alberga el torito, existe uno de gran importancia, el de la dualidad andina. Cuando se colocan dos toritos juntos se está representando la complementariedad y conjunción de energías, para poder llegar al equilibrio y el fin común.
Por eso, casi siempre encontrarás los toritos en pareja, sobre los techos de las viviendas como símbolo de prosperidad y protección, a modo de centinelas, aguardan vigilantes e imponentes o como guardián decorativo dentro de las casas de muchos peruanos.
Elaboración del Torito de Pucará
Los toritos de Pucará también son cerámicas decorativas de diversos tamaños y variedades, utilizados como objeto publicitario para la promoción del turismo nacional e internacional.
Para su elaboración se usan diversas clases de arcillas de minerales y sustancias coloidales como el caolín, la dolomita, y arcilla gris, amarilla, verde y rojiza. También se usa arcilla apizarrada y chocolate. Su cocción soporta temperaturas de 800 °C a 2,000 °C. Como complemento en el molido, maceración y tamizado; se usa la tierra refractaria que les provee la Santa Tierra de Pucará.
¿Por qué es importante el Torito de Pucará en Puno?
El Torito de Pucará es una conopa (Objeto pequeño de forma particular adorado a nivel doméstico), es el ceramio más importante y una de las manifestaciones culturales más representativas de la región. A través del tiempo se ha convertido en un símbolo de identidad andina, asociado a la abundancia y fertilidad de la tierra.
El Torito de Pucará |Un cuento con historia de Antuquito
Unos años antes de 1908 , Antuquito había llegado junto a su abuelo Santiago a la ciudad de Puno, y allí se encontraron con una legión de trabajadores ultimando los detalles del ferrocarril que uniría la ciudad de Puno con Cuzco, en el sur del Perú.
Don Santiago había conocido en su anterior viaje a un Arequipeño que se llamaba Saturnino Octavio Díaz Manrique quien pasó a ser el administrador del ferrocarril cuando se inauguró, así que fueron a buscarlo a la estación del tren donde no lo encontraron, pues Saturnino por su trabajo tenía que cuidar las líneas den tren así que recorría toda la zona en su caballo.
Antuquito y su abuelo preguntaron por Saturnino a los brequeros que estaban por ahí, quienes les indicaron que podrían encontrarlo cerca a la estación de Pucará, así que se adentraron hacia la zona y ahí encontraron a don Saturnino.
– Buenas tardes Don Saturnino, saludó con Alegría el abuelo don Santiago y presento a su nieto.
– Se llama Antuquito, dijo.
Mucho gusto niño y que alegría verlo de nuevo don Santiago por estos lares, bienvenido como siempre a Puno dijo el buen hombre, sentado al borde de una banca.
Antuquito, curioso como siempre, se fijó que en esa estación del tren, unos campesinos vendían unos Toritos de cerámica muy llamativos y preguntó :
¿ y esos toritos Señor Saturnino, que representan ?
– Que curioso este Niño Antuquito, pero voy a saciar tu inquietud y te contaré brevemente la historia de estos “Toritos”
Hace mucho tiempo vivió por aquí un español que luchó por la independencia del Perú, se llamó el coronel Norberto Dianderas y fue uno de los fundadores de la Hacienda Santiago de Pupuja y murió junto a Mariano Melgar en la batalla de Humachiri, pero antes de eso el trajo a Puno los famosos toros de lidia, unos animales imponentes por su bravura.
Resulta Antuquito que por mi trabajo estuve inspeccionando por estos lares y un día vi los toros de lidia que estaban pastando en la hacienda del distrito de Santiago de Pupuja, así que curioso me fui a preguntar a quien pertenecían estos hermosos animales y me atendió nada menos que la nieta del Coronel Nolberto Dianderas, la Señorita Angela Dianderas.
Que interesante señor Saturnino y luego que pasó, pregunta Antuquito.
– Bueno, ambos nos enamoramos a primera vista y nos casamos. Luego de varios meses al contemplar la hermosura de los Toros de lidia y queriendo tener un adorno en la casa, fui donde unos campesinos que hacen cerámica y les pedí me reprodujeran al toro de lidia.
Interesante Señor y luego que pasó, repregunta el mozalbete.
– Cuando me trajeron la réplica del toro, me gustó mucho, estaban hermosos, lo puse en mi oficina de la estación y mucha gente quería comprarlo, así que invité a los comuneros que también son alfareros, para que reproduzcan más toritos y los vendan en la estación del tren de Pucará.
– Entonces los campesinos de Santiago de Pupuja, empezaron a comercializar las piezas de cerámica en forma de toritos en la estación de Pucará y por esa razón empezaron a llamarlos “Toritos de Pucará”, finalizó el talante Saturnino.
Después de haber conversado con don Saturnino, Antuquito supo que El Torito de Pucará, una pieza de cerámica característica del distrito de Pupuja, en la provincia de Azángaro del departamento peruano de Puno y vendido tradicionalmente en la estación de trenes de Pucará, sería con el tiempo un símbolo de la identidad sur andino.
- Hoy se ve el “Torito de Pucará”, adornando, alegrando e identificando al Perú, en todas partes del mundo.
Marino Ayuque Rodríguez | Derechos Reservados de la versión recogida | Lima Perú Noviembre 2019